top of page

¿Procrastinas? ¿Cómo mantener la motivación y avanzar hacia tu meta?

¿Te ha pasado que comienzas un proyecto con toda la energía… pero al poco tiempo esa chispa se apaga?

A veces celebramos demasiado pronto, otras nos llenamos de pendientes o simplemente perdemos de vista lo que realmente importa.


En este blog quiero compartirte una estrategia sencilla y práctica para mantenerte enfocada/o, sostener tu motivación y avanzar con claridad hacia eso que tanto deseas.

Porque sí: soñar es hermoso, pero caminar hacia el sueño, paso a paso, es lo que realmente transforma.


Aquí va una guía breve para no soltar tu meta, incluso cuando el camino se ponga cuesta arriba:


Enfócate en lo que falta


Celebrar logros pequeños puede darte una falsa sensación de avance. En lugar de enfocarte en cuánto has recorrido, pregúntate: ¿qué me falta para llegar? Eso mantiene viva la motivación.


Revisa tu avance con regularidad


Hazlo de forma constante. Al principio puede ser prueba y error: semanal, quincenal o mensual, según tu objetivo y ritmo personal.


Mide tu progreso con claridad


¿Te evaluarás sola/o o pedirás retroalimentación? Lo importante es tener datos concretos y realistas para saber si estás avanzando o solo dando vueltas.


Usa recordatorios


Pon fechas, alarmas o post-its. No confíes en tu memoria: la vida va rápido y es fácil distraerse.


Cierra siempre con la pregunta: ¿qué sigue?


Termina cada revisión sabiendo cuál es tu siguiente paso. Pensar en lo que aún falta —más que en lo que ya hiciste— te mantiene enfocada/o y con energía para seguir.

Ejercicio :


Tómate 10 minutos para escribir:


– ¿Cuál es tu meta más importante hoy?

– ¿Qué tanto has avanzado? (sé honesta/o)

– ¿Qué te falta por hacer para lograrla?

– ¿Qué acción concreta puedes dar esta semana para acercarte un poco más?


*Anota la fecha de tu próxima revisión y pon un recordatorio en tu celular o agenda. …Y si te descubres procrastinando, sintiendo ansiedad, pensando que el tiempo no alcanza o que la presión es demasiada…

haz una pausa.


Cierra los ojos, respira profundo…

y recuerda por qué empezaste este viaje.

Porque más allá de la meta, lo que realmente sostiene la motivación es el propósito.

Ese “para qué” que arde en el fondo del alma es lo único que puede iluminar los días más oscuros.


La procrastinación crea un círculo vicioso de ansiedad. Pero el propósito… el propósito te devuelve al presente, al camino, al sentido.


Así que cuando te sientas perdida/o, recuerda:

¡No estás sola/o, no es tarde, y aún puedes retomar el camino!

ree

Comentarios


Suscríbete para recibir novedades exclusivas

¡Gracias por suscribirte!

bottom of page